Cuando desembocamos en un espacio abierto, Kristinka se desnuda. Va hacia un costado. Deja su ropa sobre una piedra. Regresa.
Cuando se extiende a mi lado, escucho millones de voces.
Cuando se extiende a mi lado, escucho millones de voces.
¨Son mis antepasados –me digo - Las mujeres de piel pálida eran su plato favorito.¨